Por Dr. Roger L. Smalling
Libro: Felizmente Justificados
Los estudiantes
de teología a menudo se asombran al escuchar que la fe no es la base de nuestra
salvación. Este enunciado parecería herético, hasta que se explica que la
verdadera base es la justicia de Cristo. La fe es sencillamente el medio por el
cual dicha justicia se nos acredita a nosotros.
Asumir que la fe
es el cimiento de nuestra aceptación ante Dios, es como decir que un
volquete de cemento es el fundamento de nuestra casa, ya que el cemento fue
transportado por ese vehículo. No se trata de desvalorizar a la fe, pues sin
ella no podemos ser justificados. Lo que queremos es subrayar la importancia de
la imputación.
La importancia
de la imputación
A. La imputación
es el concepto central en la justificación.
Al ignorar la
imputación se llega a una confusión acerca de nuestro estatus ante Dios y aun
cuando un Cristiano posea los beneficios de la justificación, podría no estar
disfrutando de ellos al desconocer su existencia.
El capítulo 4 de
Romanos está dedicado a la imputación y es el puente que une los temas del
capítulo anterior y posterior, que tratan de la depravación del hombre y la
reconciliación con Dios, respectivamente.
B. Una comprensión
incompleta de la imputación lleva a herejías muy difundidas.
Los Católicos,
algunos Arminianos y ciertos grupos extremos de los Carismáticos se mantienen
en error en cuanto a la imputación, habiendo sido llevados a herejías
perjudiciales. En lecciones posteriores se tratarán estos errores.
C. La imputación
cierra la puerta al legalismo
El instante en
que comprendemos la esencia de la imputación también podremos fácilmente
detectar la presencia de Legalismo, logrando que la mentalidad de la justicia
por obras desaparece y, como corolario, el libro de Gálatas cobrará vida como
nunca antes, para nosotros.
D. La imputación
permite que crezcamos espiritualmente con confianza. Calvino lo expresó de esta
manera:
A no ser que primeramente
se comprenda cuál es nuestra relación con Dios y la naturaleza de su juicio con
respecto a cada uno, no se puede tener un fundamento en el cual establecer
nuestra salvación, ni tampoco uno sobre el cual podamos construir nuestra
devoción a Dios.
Definición
La imputación
comprende dos aspectos: el negativo, al no contar nuestros pecados en nuestra
contra, y el positivo, al contar la justicia de Cristo como propia nuestra.
Lo dicho no
significa que se retire algo o que se infunda o inyecte nada. La idea de
infundir es extraña al significado de la palabra griega usada:
logizomai. Existen otras
palabras griegas para tales ideas.
El término
teológico de imputación se deriva del Vulgata Latín en Romanos 4, en la forma
en que se traduce el verbo Griego logizomai y el hebreo hashab.1
Las traducciones modernas invariablemente usan las palabras como: acreditada a,
contada por, se le tomó en cuenta por; aunque estos términos son adecuados, el
Griego original requiere una definición muy específica, para poder darnos
cuenta de lo que NO significa.
El uso en Griego
Léxicos dicen de
logizomai:
Sociedades
Bíblicas Unidas, Nuevo Testamento en Griego y Léxico: contar, tomar en
cuenta por, calcular, tomar en cuenta, acreditar, poner a la cuenta de
uno;
Léxico Louw y
Nida: mantener archivo de cuentas comerciales, tanto en debe y haber (poner
a la cuenta, cargar a la cuenta, marcar como cuenta (1) (Griego: Rom.4:4 to
de ergazomeno ho misthos ou logitezai kata charin alla kata opheilema a
una persona que ha trabajado, la cuenta no se le otorga ( o no se le apunta en su
cuenta) como un regalo, sino como una deuda a pagar ( o una deuda que se le
debe.)
Léxico Thayer: tomar
en cuenta; pasar a la cuenta de uno, imputar.16
Demos una mirada
a un par de usos bíblicos no directamente relacionados con la justificación;
(Se indica en negritas logizomai).
Si te ha
perjudicado o te debe algo, cárgalo a mi cuenta.
-Filemón 1:18
En la
Septuaginta también se encuentra:
será culpado de
sangre el tal varón;
- Lev.17:4
Si se comiere de
la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será
acepto, ni le será contado;
-Lev.7:18
El Diccionario Evangélico resume:
«Cargar a la
cuenta» ...
es una interpretación adecuada del término
Griego logizomai.
La noción forense de imputación tiene sus raíces parciales en el lenguaje
comercial y jurídico del mundo Greco-Romano: la persona a quien se ha imputado
algo es responsable ante la ley.
Vemos que logizomai
es otro término legal o forense como justificar. Se refiere a acreditar
algo a la cuenta de uno. Siendo deudores a Dios, ese
“algo” se
refiere a la justicia de Cristo.
Cuando un
contador acredita fondos a su cuenta de banco, no lo pone literalmente en una
caja perteneciente a usted, sino que lo pone en libros.
Asimismo, la
justicia de Cristo no es alguna sustancia que se nos inyecta. La imputación es
una transacción legal únicamente, no es un acto de experiencia.
Un posible
malentendido
¿Significaría
esto que nuestras almas permanecen vacías cuando somos justificados? ¡De
ninguna manera! El Espíritu Santo entra a nuestro corazón y nos confiere todos
los beneficios de nuestra salvación.
...Dios ha
derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. -Rom.5:5
¿Cuáles son
estos beneficios? El contexto de Romanos 5 nos indica unos cuantos:
reconciliación con Dios, paz, gozo y experimentar el amor del
Padre. La
justificación, basada en la imputación, le da a Dios la base para hacer todo
esto por nosotros, sin contradecir su santidad.
Cuando somos
salvos, experimentamos dramáticos cambios tales como la nueva naturaleza en
Cristo, el poder del Espíritu. Nos sentimos verdaderamente limpios por vez
primera.
La imputación,
sin embargo, no se refiere a ninguna de estas experiencias ni a ninguno de los
cambios interiores. Meramente lo hace lógico de que Dios los haga para
nosotros. Al tener un nuevo estatus legal ante El, nos cuenta como justos.
Un dicho
generalizado entre maestros de la fe reformada que muestra la diferencia entre
la justicia legal y experimental es como sigue:
……………………………………………………
La justificación
es lo que Dios hace por nosotros;
la santificación
es lo que hace dentro de nosotros.
…………………………………………………..
La justificación
es lo que Dios hace por nosotros; la santificación es lo que hace dentro de nosotros.
Por la
justificación es perfectamente lógico que Dios haga todo tipo de cosas hermosas
para nosotros y dentro de nosotros. Después de todo, lo está haciendo para
gente que El considera justa.
Es por esto que
Hodge, en su excelente Teología Sistemática dice:
La imputación
nunca cambia el estado subjetivo interno de la persona imputada. Cuando se
imputa robo a un individuo, no se lo hace ladrón. Cuando se imputa bondad a un
hombre, no se lo hace bueno. Por consiguiente, cuando se imputa justicia al
creyente, éste no se trasforma en justicia subjetiva.
Nótese que Hodge
inserta la palabra “subjetivamente.” No está negando a las experiencias
subjetiva del creyente, sino que está atribuyendo la obra subjetiva de la
santificación a la presencia del Espíritu Santo, no a la imputación. El
Espíritu hace que nuestra justicia legal por la justificación llega a ser una
realidad experiencial a través del proceso de toda una vida.
Hodge aclara:
La Biblia revela
mucho de lo que Cristo hace por nosotros [por la justificación]
y lo que hace en nosotros [en nuestra unión con Cristo]... Los
Protestantes no deprecian el valor y la necesidad de una nueva vida derivada
de Cristo, porque en obediencia a las Escrituras, insisten incansablemente
en que Cristo ha satisfecho plenamente la justicia de Dios. Sin esto
último, lo anterior sería imposible.
Conmutación
En ocasiones,
ciertos escritores utilizan la palabra “conmutación,” al tratar sobre la
imputación. Esta obscura palabra da la idea de un intercambio entre dos
individuos de una cosa por otra. Siendo así, significaría que nuestros pecados
fueron atribuidos a Cristo y su justicia atribuida a nosotros. Un intercambio
habría ocurrido entre El y nosotros.
El escritor
Puritano Juan Owen, al comentar Romanos 4:6 expresa lo siguiente:
Hay en la
Escritura...una conmutación entre Cristo y los creyentes, de pecado y justicia,
es decir en la imputación de pecado de sus pecados a El, y de Su justicia a
ellos.
En este punto,
Owen continúa su explicación usando la idea del chivo expiatorio. En
Lev.16:21-22, el sacerdote imputaba los pecados del pueblo al chivo y lo
mandaba al campo. Owen interpreta esto como el prototipo de la imputación de
nuestros pecados a Cristo.
Mientras que el
sacrificio de Cristo se ilustra en el Antiguo Testamento por medio de animales,
Pablo lo hace explícito en Romanos 3, donde vemos la inseparable conexión entre
justificación y el sacrificio de Cristo... un buen ejemplo de por qué
deberíamos ver la Teología Bíblica como unidad inseparable.
Dios lo ofreció
como un sacrificio de expiación ... (26) de este modo, Dios
es justo y, a la
vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. Rom
3:25
El paralelo
Adán-Cristo: Por qué es lógica la imputación
La imputación de
la justicia de Cristo está directamente conectada a la doctrina del Pecado
Original. En Romanos 5, Pablo establece el paralelismo entre Adán y Cristo.
Pues si por la
trasgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben
en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de
un solo hombre: Jesucristo. -Rom.5:17
Owen explica el
paralelo:
... como el
pecado de Adán se nos lo imputa a nosotros para condenación, asimismo la
obediencia de Cristo se nos imputa para justificación de vida.
Tal como el
pecado de Adán y todas sus consecuencias fue imputado a sus descendientes,
asimismo la justicia de Cristo es imputada a los creyentes...
y todas sus
consecuencias. De la misma manera en que no somos personalmente responsables de
la trasgresión de Adán, tampoco nos merecemos la justicia de Cristo.
Esto ilustra la
importancia del sistema en nuestra teología: la negación del pecado original es
una negación de la imputación, pues, si es imposible que el pecado de Adán sea
atribuido o imputado a nosotros, tampoco la justicia de Cristo podría serlo.
Reconciliación
esto es, que en
Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en
cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros
el mensaje de la
reconciliación. (palabras en negrita indican logizomai.
2Cor.5:19
La
reconciliación con Dios es lo principal de la imputación. A causa de ella, el pecador
puede relacionarse con Dios sin contradecir su santidad. El fundamento es la
justicia de Cristo.
Conclusión
La imputación se
refiere a un acto divino dual por el cual no se nos cuentan nuestros pecados, y
a la vez se acredita a nuestra cuenta la justicia de Cristo. Como acto forense
que es, no involucra la infusión o inyección de nada en nosotros. La imputación
provee la base para la reconciliación y a su vez, permite que Dios nos bendiga
con el Espíritu Santo y todo lo que el Espíritu nos brinda.
Soli Deo Gloria
bY LeMS
Gloria a Dios muy bien. Y explicita la explicación
ResponderBorrarEn resumen no hay un arrepentimiento interno, sigue siendo un pecador (a lo interno) pero por un tema legal (externo) los pecados internos existentes no son tomados en cuenta.
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