Por Rev. Solano Portela
El Dr. Augustus Nicodemus ha publicado
artículos sobre Barth, neo-ortodoxia y su influencia en el medio evangélico brasileño. En una conversación
nuestra, en la que indiqué que yo había archivado algunos pensamientos sobre el
teólogo y su rama de teología, él creyó que cabría esta inserción medio
entrometida. Es una especie de “Barth for Dummies”, o "simplificando
la neo-ortodoxia para el resto de nosotros," personas no iniciadas. Los puristas
no deben desesperarse, pues quedan todavía uno o dos post de Nicodemus sobre el tema, que serán debidamente colocados,
en secuencia, restaurando el nivel del blog.
La neo-ortodoxia es una corriente
teológica que no fue bautizada con ese nombre. Al principio
nadie la llamaba así, lo que no debe dejar a sus partidarios tristes, porque
pocas son las líneas teológicas que recibieron su nombre y que pasaron a la
posteridad al momento de nacer. Después de todo,
sólo el luteranismo recibió su nombre después de 1580 y los reformados sólo
fueron conocidos por ese nombre después de 1600, cuando los calvinistas y filipistas1 se apropiaron del nombre, para distinguirse de los luteranos.
Como ya se ha indicado en el post
anterior, la neo-ortodoxia inicio como una reacción aparentemente sana contra
el liberalismo. Los teólogos, entre los que se encuentra Karl Barth como uno
de los mayores nombres, se posicionaban contra el racionalismo del liberalismo
y daban valor a las Escrituras, volvían a hablar de Dios en términos reverentes
y alentaban una postura piadosa de vida.
Sucedió que, con el paso del tiempo y
en la medida en que muchos escritos fueron producidos la neo-ortodoxia mostró
que no estaba realmente dispuesta a confrontar el liberalismo y, especialmente,
al cientifismo (término que puede definirse como la elevación de la ciencia
conocida al punto culminante, como medida de todo el saber) con las simples
verdades de la Palabra de Dios.
A pesar de las posibles buenas intenciones no se
sujetaron a la Biblia con el mismo aprecio de los reformadores, que predicaron
su carácter proposicional y objetivo: patrón para medir todo pensamiento y
fuente suprema de nuestro conocimiento religioso y metafísico.
En este sentido, los neo-ortodoxos
comenzaron a redefinir ciertos
términos con el fin de evitar conflictos con la ciencia conocida y con los
supuestos postulados históricos.
Es decir, - buscaron preservar terminología cristiana, en paralelo con una gran aceptación de una visión humanista
de la historia y de la ciencia. La forma que
encontraron para resolver este conflicto, fue crear dos esferas o caminos de
conocimiento, de registros o de impresiones de la historia. Una se llamaría Historie (historia, hechos brutos); la
otra, más elevada, de Heilsgeschichte (historia santa, sagrada o historia de la salvación - ¿están
notando cómo la lengua alemana es complicada?).
De esta manera, todo es más fácil de
resolver: si alguien pregunta - " ¿La creación
realmente ocurrió" La respuesta de aquel que ya era
conocido como neo-ortodoxo (porque se distanciaba incluso de los ortodoxos – o
sea, de los fieles reformados) posiblemente sería algo así: "algo
sucedió, pero esto es campo
de la ciencia; no es relevante para nuestra
meditación y en el caminar con Dios - esto es Historie; lo que nos interesa es Heilsgeschichte y eso es lo que tenemos en la
Biblia - cómo estas cuestiones afectaron e impresionaron al autor - o autores
". En realidad, para el neo-ortodoxo
la integridad y ausencia de error en el texto tampoco es algo relevante;
es fruto de una visión anticuada y obsoleta de los
escritos sagrados.
Del mismo modo, si alguien pregunta: "¿la
resurrección realmente ocurrió?"
El neo-ortodoxo, probablemente consideraría que esta no
es una cuestión que debería merecer preocupación; en su visión no es relevante; los registros bíblicos son Heilsgeschichte
y si la resurrección ocurrió o no, ella impresionó a los primeros cristianos y a
los que registraron las reflexiones religiosas de esta experiencia – cualquiera
que haya sido realmente. Esto significa que lo
importante, no es el aspecto Historie de la resurrección, sino lo que este concepto representa
para ti, como te mueve o conmueve a ser una mejor persona y a tener más
solidaridad humana en tu existencia.
Creando estos dos
mundos, resolvieron una serie de conflictos. Los
teólogos no necesitaban preocuparse más por los argumentos de la ciencia
conocida (note que yo digo ciencia conocida, porque esta va cambiando en algo
deseablemente más veraz con cada nuevo descubrimiento que se hace), aun cuando
estas alegaciones entren en shock con la Biblia. Los teólogos pasaron a ser
intelectuales respetables, en lugar de simplemente oradores de discursos
aburridos y obsoletos, siempre concentrados en un mismo tema - "¿qué dicen
las Escrituras?
Sólo que hay un problema con todo esto. La Biblia, y
la realidad del mundo creado por el Dios soberano, desconocen esta división
artificial creada por los neo-ortodoxos. Somos
impresionados, sí, por los hechos de la historia (Historie), ya que es a través de ella que Dios desarrolla su providencia.
Dios es un Dios que interactúa con la historia. Sus acciones ocurren en el tiempo y en el espacio. La venida de Cristo realmente sucedió, de la forma como está escrita, y esto es tanto un evento Historie como Heilsgeschichte,
ya
que estos dos aspectos convergen y se sobreponen.
Pablo, al sustanciar la resurrección (1
Co 15, entre otros textos) no da ninguna indicación de que esté preocupado sólo
con la reflexión religiosa o con
el carácter "supra-histórico" de este acontecimiento, cualquiera que
éste haya sido. ¡No! Él trata la resurrección
como algo que pasó y que fue
presenciado por numerosas personas, muchas de las cuales todavía vivían cuando
escribió (para dar mayor credibilidad). Pablo no
estaba preocupado solamente en la reflexión
religiosa de un mensaje intangible
históricamente, sino "razonada" objetivamente con sus oyentes,
transmitiendo hechos proposicionales de verdades históricas de valor eterno.
En la práctica ¿cuál es el peligro de
la neo-ortodoxia para la iglesia cristiana? Aunque hayan
enfatizado una vida devocional más intensa, "tiraron el tapete" de
los reformadores que habían rescatado la objetividad de las Escrituras; embarcaron la teología cristiana en un subjetivismo que
prácticamente pavimentó el camino hacia cualquier tipo de ideas. A partir de Barth, que era más "ortodoxo" que los
demás, la escalada fue descendente en amplios escalones: Bultmann, Tillich y
otros se fueron aproximando cada vez más al viejo liberalismo.
Un ejemplo reciente: la revista Ultimatum en su número
261 (en realidad, hace ya algunos años), trae un artículo sobre ciencia y la
Biblia escrito por un conocido Presbiteriano, profesor de uno de los
seminarios. La impresión extraída de la lectura de aquel artículo es que
refleja bien la teología de Barth: algo así como - "No me moleste con la historia
o los hechos reales, porque podemos perder el mensaje principal transmitido en
los textos bíblicos." Es obvio que el
artículo no expresa el asunto en estas palabras, pero esa es la impresión que
tuve del enfoque del autor, como si el mensaje bíblico pudiera divorciarse de
las realidades históricas; como si la
historicidad de Adán no fuera un hecho relevante para la construcción teológica
y para la presentación de la persona de Cristo en los escritos paulinos.
La teología de Barth ha tenido una gran influencia y penetración en los círculos intelectuales teológicos. El teólogo Franklin Fereira escribió un excelente artículo sobre Barth en la revista Fides reformata (Volumen 8/1 de enero a junio de 2003), en el que destaca algunas de sus contribuciones, pero también teje críticas pertinentes. La gran pregunta no es tanto como su contribución, sino ¿cuánto de su subjetivismo y abandono de la visión reformada de las Escrituras ha perjudicado la verdadera fe? ¿Cuánto camino allanó Barth y alentó a los Tillich de la vida para ir "más allá", dejando la Sola Escritura, de pensar inclusivisticamente, de bajar la guardia contra el pluralismo incipiente? ¿De cuánto Barth es responsable, no por un resurgimiento del interés en la ortodoxia y el abandono del liberalismo clásico, sino por la teología amorfa que adoptaron las mentes y los sectores que, antes, eran bastiones de la teología reformada, como es el caso de Berkouwer y de la Universidad Libre en Amsterdam? ¿Cuánto, de Barth es verdadera religiosidad y cuánto es puro misticismo?
La teología de Barth ha tenido una gran influencia y penetración en los círculos intelectuales teológicos. El teólogo Franklin Fereira escribió un excelente artículo sobre Barth en la revista Fides reformata (Volumen 8/1 de enero a junio de 2003), en el que destaca algunas de sus contribuciones, pero también teje críticas pertinentes. La gran pregunta no es tanto como su contribución, sino ¿cuánto de su subjetivismo y abandono de la visión reformada de las Escrituras ha perjudicado la verdadera fe? ¿Cuánto camino allanó Barth y alentó a los Tillich de la vida para ir "más allá", dejando la Sola Escritura, de pensar inclusivisticamente, de bajar la guardia contra el pluralismo incipiente? ¿De cuánto Barth es responsable, no por un resurgimiento del interés en la ortodoxia y el abandono del liberalismo clásico, sino por la teología amorfa que adoptaron las mentes y los sectores que, antes, eran bastiones de la teología reformada, como es el caso de Berkouwer y de la Universidad Libre en Amsterdam? ¿Cuánto, de Barth es verdadera religiosidad y cuánto es puro misticismo?
Los conceptos Barthianos de "Historie" y "Heilsgeschichte" legitimaron el
divorcio de la religión con la realidad; esto hizo innecesaria la defensa de
la verdad. De esto se aprovechó el propio
liberalismo, tan combatido en la forma antigua por Barth, para entrar por la
puerta trasera en los seminarios y, por último en las iglesias, y él está muy
vivo entre nosotros.
Franklin en una ocasión me escribió: "Creo
que este es el principal problema en Barth Aunque, en algunos puntos, él apoye
la posición cristiana histórica, y haya sido piadoso, su teología tiene
debilidades tan obvias que no favorecieron la defensa a los ataques de Bultmann
y Tillich - y mira que Barth entendía que Bultmann y Tillich estaban volviendo
al liberalismo, también puedo destacar el hecho de que después de la II Guerra Mundial
la teología bartiana entró en colapso en el Viejo Mundo.
Existen buenas críticas de la posición
teológica de Barth y de los demás neo-ortodoxos en inglés. Un buen libro
es el de Gordon Clark: "What do Presbyterians Believe - The Westminster
Confession Yesterday and Today", publicado por The Presbyterian y Reformada Publishing Co.
La
mayor preocupación de Clark es comentar las Escrituras como la única fuente,
con autoridad, de conocimiento religioso (complementando la revelación
natural). Destaca el término "infalible", utilizado el primer
cap. de la CFW, e indicando cómo las visiones de
Bultmann y Barth son incompatibles con la posición de la Confesión de Fe de
Westminster.
Por esta razón, no se puede clasificar
a Barth como "reformado", como hacen muchos (ni da para entusiasmarse
con la teología de Bonhoeffer, que es igualmente neo-ortodoxa -a pesar de citarse
siempre, y correctamente, como un modelo de coraje en la postura cristiana, por
su resistencia al nazismo).
El concepto de Barth de las Escrituras
es todo MENOS reformado.
Vea lo que escribió en una de sus obras más importantes:
Church Dogmatics (Edinbugh: T.
& T. Clark, 1957), Vol. 1, Sec. 2, p. 492 -
"La Biblia... en sí misma no es la revelación, sino solamente, y esta es
su limitación, un testimonio de la revelación". En la página
501, escribe: "Usted
no puede atribuir a la Biblia misma... la capacidad de revelarnos a Dios de
modo que por su presencia nos dé una fe sincera en la Palabra de Dios contenida
en ella." Es decir, una afirmación frecuente y verdadera, según el
concepto de Barth sería el siguiente: La Biblia no es la Palabra de Dios, sino un testimonio de la Palabra de
Dios. Otra manera de decirlo es que ella puede convertirse en la Palabra de Dios, de acuerdo a la percepción personal y
subjetiva del lector, pero ella, intrínsecamente,
no lo es. En el mismo libro (Vol. 1,
Sección 1, p 123) escribe: "La
Biblia se
convierte en
la Palabra de Dios en la media en que Dios deja que sea su palabra, en la
medida en que Dios habla a través de ella." Este concepto está muy lejos de la teología reformada.
Preguntamos: ¿La Biblia es inspirada porque es poderosa
en nosotros, o es poderosa porque ella es inspirada?
Vea cómo un "teólogo tupiniquim2" expresó su
comprensión de la neo-ortodoxia y su simpatía por ella: "En
mi opinión, estos teólogos eran equilibrados, veamos por ejemplo, el tema de la
inspiración bíblica: mientras que el fundamentalismo defendía que la Biblia es
la palabra de Dios, pero de forma no exegética (sino "eixegética") y
totalmente sin reflexión teológica y el liberalismo defendía que la Biblia
contiene la palabra de Dios, usando la historia, la filosofía y hasta la alta
crítica para desvalorizar las escrituras, algunos de los neo-ortodoxos, como
Barth, trajeron una concepción racional sobre la inspiración que no quita la
autenticidad de la revelación.
Sin embargo,
como vimos por las citas de Barth, su visión no es diferente de los que afirman
que la Biblia sólo contiene la Palabra de
Dios. La neo-ortodoxia, así, da una vuelta sobre sí misma y termina
justificando al liberalismo, u ofreciendo el liberalismo como conclusión final
de sus invenciones místicas.
Nota del traductor:
1. Filipistas. fue la
designación usualmente aplicada en la segunda mitad del siglo XVI a los
seguidores de Philipp
Melanchthon.
2.
Los tupiniquins
también llamados tupinaquis, topinaquis y tupinanquins, son un grupo indígena brasileño que pertenece a
la nación Tupi . Habitaban,
alrededor del siglo XVI , dos regiones
de la costa de Brasil : el sur del
estado actual de la Bahía y la costa del
actual estado de Sao Paulo entre Cananéia y Bertioga , además de la
zona de campo en la parte superior de la montaña junto a la última región. Eran el grupo indígena con la que se enfrentó a la flota
portuguesa de Cabral el 23 de abril
de 1500. En la actualidad, habitan en las tierras indígenas
en el municipio de Aracruz , en el norte
del estado
de Espirito Santo
, Brasil [fuente: Wikipedia].
Acerca del autor:
El Rev. Solano Portela es pastor y
miembro de la Iglesia Presbiteriana
Santo Amaro en Sao Paulo. Graduado en Ciencias Exactas (B. A en Artes 1971),
hizo una Maestría (Th.M) en Teologia Sistematica en el Biblical Theological
Seminary (EUA, 1974). Además de sus actividades en el campo empresarial, en Sao
Paulo, es profesor, escritor, traductor y conferencista.
Traducción al Español: AI. Lenin MDS
[13.11.17]
Tomado de:
http://tempora-mores.blogspot.mx/2006/05/barth-para-leigos.html
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