Por: Edward Dalcour
Hace tan solo unos pocos meses recuerdo estar viendo el show de televisión: Políticamente Incorrecto. Uno de los invitados era la estrella del rock metálico Marilyn Manson. Recuerdo como Manson, de manera confiada y audaz, atacó el Cristianismo profesando sus dogmas anti-Cristianos. Este tipo de discurso anti-Cristiano es muy común en los medios masivos decomunicación, lo mismo que en las instalaciones de colegios y universidades.
De modo que, surge la pregunta: "¿Por qué es que los no creyentes junto con los cultos anti-Cristianos que son tan antagónicos hacia el Cristianismo, son tan increíblemente heroicos cuando de afirmar sus perspectivas se trata?"
Respuesta: Los Cristianos de hoy se hallan muy mal equipados bíblicamente para comunicar la confiabilidad de la Escritura y las doctrinas Cristianas fundamentales: la deidad de Jesucristo, la Tri-Unidad de Dios, la justificación solo por la fe, etc. De allí que la salvación sea predicada sobre la obra terminada y la Persona de Jesucristo. Jesús declaró en Su oración sumo sacerdotal a Su Padre:
"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti (ginoskosin), el único Dios verdadero,y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3, RV60).
La palabra traducida "que te conozcan" es ginoskosin, la cual "denota llegar a conocer, conocer [i.e., intelectualmente] Su dignidad Mesiánica... su divinidad."1 Cuando Jesús dijo..."Porque, a menos que creáis que YO SOY, en vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24; lit. Grg), en esencia dijo: "A menos que sepáis, intelectualmente, asintiendo y confiando en Mí, que YO SOY el Salvador, el Dios Eterno distinto de Mi Padre, y que a causa de Mi sacrificio en la cruz, Yo justifico al pecador solo por medio de la fe; a menos que creáis esto, moriréis en vuestros pecados."
Es digno de notarse que la proclamación de estas enseñanzas esenciales prácticamente no existe dentro de los círculos de la mayoría de las grandes conferencias y avivamientos Cristianos. Permítame preguntarle: "En los últimos diez años, ¿alguna vez a escuchado en una iglesia, o en una conferencia Cristiana una enseñanza específica sobre la naturaleza de Dios (la Trinidad) o de la deidad de Cristo o la justificación sólo por la fe?" Hago esta pregunta en las iglesias alrededor del mundo. En raras ocasiones veo una mano al hablar de esto. Cuando uno se hace mormón o un Testigo de Jehová, en el lapso de los primeros treinta días más o menos saben y son capaces de comunicar la naturaleza de su Dios. Y, lo que es más, se aprenden de memoria muchos versículos con el objetivo de respaldar su teología; de allí que destrozan a la mayoría de Cristianos en el umbral de sus puertas. La razón: ¡ESTUDIAN!
La Importancia de la Capacidad Bíblica
La iglesia del primer siglo estaba muy interesada en lo que Dios pensaba y no en lo que pensaba el hombre. Por consiguiente, los Padres de la iglesia primitiva valoraban la Escritura; para ellos, la Escritura era la única regula fidei infalible, es decir, la "regla de fe" para la iglesia. Los Cristianos deben amar a Dios sin ningún temor y no tener miedo de levantar la voz a favor de lo que es correcto. Dios requiere esto de todos nosotros. Debemos estudiar la Palabra de Dios para poder ser testigos efectivos para Cristo. La Biblia tiene mucho que decir en cuanto a los Cristianos edificándose intelectualmente. Pablo dice que no "... nos conformemos a este siglo, sino que seamos transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento... " (Rom. 12:2, RV60).
Dios nos dijo que le amáramos con nuestras mentes. En estos días estudiar la Escritura para afinar la sagacidad de uno no es exactamente el pasatiempo escogido por la mayoría. De allí el sub-producto: las iglesias están llenas de miembros que son candidatos perfectos para los cultos anti-Cristianos y juguetes para los escépticos inteligentes.
Hablando sobre las cartas de Pablo, el Apóstol Pedro dice: "Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras..." (2 Pedro 3:16, RV60). La palabra Griega traducida "indoctos" es amatheis, la que literalmente significa no estudiados o no entrenados. Por ende, es el no estudiado el que distorsiona la Escritura. Ser bíblicamente estudiado no es una sugerencia, la Escritura lo ordena:
siempre preparados para presentar defensa [apologian] con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón [logon] de la esperanza que hay en vosotros... (1 Pedro 3:15, RV60).
Es primordial que los Cristianos aprendan a comunicar con precisión la Persona de Cristo. Lo salvífico no es el mero nombre "Jesús," pues en el primer siglo "Jesús" era un nombre muy común. Es la Persona de Cristo, quien fue enviado por Su Padre y se hizo (egeneto; cf. Juan 1:14) carne para morir en nuestro lugar. La única manera en que podemos conocer, entender y presentar con exactitud al Jesús de la Escritura es dedicar tiempo para el estudio y la investigación bíblica. El Apóstol Pablo nos instruyó a ocuparnos muy de cerca en nuestra doctrina y a perseverar en ellas, pues si hacemos esto, dice Pablo, nos aseguraremos la salvación para nosotros mismos y para nuestros oyentes (cf. 1 Tim. 4:16).
Lo que es cierto es que la mayoría (casi un 80%) de los actuales miembros de la Iglesia Mormona, los Testigos de Jehová, los grupos de "Sólo Jesús," y prácticamente todos los cultos no-Cristianos ¡surgieron de las iglesias Cristianas! El hecho es que no estaban arraigados en la teología distintiva Cristiana básica. Por ende, cuando los misioneros Mormones o los Testigos de Jehová los abordaron en el umbral de sus puertas, miraron los frutos de amor y buenas obras pero eran bíblicamente incompetentes para discernir los frutos de la doctrina - particularmente de la doctrina de Dios.
La Tolerancia a la Verdad
Debido a la relajación del estudio bíblico, demasiados Cristianos carecen de un discernimiento doctrinal severo. Es bastante malo cuando un Cristiano no puede demostrar bíblicamente la naturaleza de Dios o que Jesús es el Dios eterno distinto de Su Padre; pero con demasiada frecuencia los Cristianos son tolerantes cuando se trata de la verdad bíblica.
Por ejemplo: Cuando un evangelista popular hace afirmaciones erróneas en cuanto a doctrina esencial, ¿alguien se pronuncia en voz alta con respecto a lo que enseña la Escritura (cf. Tito 1:9, 13)? ¿Por qué es que un líder Cristiano que cae en la inmoralidad puede, casi inmediatamente a la semana siguiente, pararse tras el púlpito, cepillarse muy bien el abrigo y afirmar que fue el diablo quien le llevó a hacer aquello y seguir predicando; mientras la congregación permanece en silencio y apoyando aquello? ¿Acaso no leen la Escritura? “... es necesario... que sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar...” (1 Tim. 3:2ss.). Desdichadamente, muchos hombres y mujeres Cristianos se quedan en silencio ante el mal; prefieren no decir nada antes que hacer que alguien se sienta ofendido.
En muchas ocasiones escucho a Cristianos sinceros decir: “Se supone que no hemos de juzgar.” Sin embargo, en agudo contraste con aquella afirmación, juzgar las acciones y la doctrina es la responsabilidad bíblica de todos los Cristianos. Pablo lo resume de esta manera: “Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará... Convenced a los que contradicen...” (1 Cor. 5:12; Tito 1:9, RV60).
Al final, nosotros como Cristianos tenemos una obligación: Puesto que seguimos a un Dios que se llama a Sí mismo “la Verdad,” por lo tanto, debemos dar una presentación razonable y sustantiva del Evangelio que se centra en la Persona de Jesucristo. Debemos tener un elevado estándar para la verdad y llegar a ser bíblicamente preparados. Los líderes Cristianos harían bien en aumentar su educación doctrinal para poder equipar y entrenar a otros. El lema de la iglesia primitiva era: “Contended (epagonizesthai; lit. “argumentar,” “combatir”) por la verdad” (Judas 3). Pero tristemente, en la iglesia moderna, el lema ha sido alterado: “No contendáis por la fe, alguien podría ofenderse.” ¿Queda alguien que se mantendrá firme?
Expresamos una gratitud especial al Departamento de Defensa Cristiana(http://www.christiandefense.org/) por el permiso para re-imprimir este artículo en nuestro sitio web.
Hace tan solo unos pocos meses recuerdo estar viendo el show de televisión: Políticamente Incorrecto. Uno de los invitados era la estrella del rock metálico Marilyn Manson. Recuerdo como Manson, de manera confiada y audaz, atacó el Cristianismo profesando sus dogmas anti-Cristianos. Este tipo de discurso anti-Cristiano es muy común en los medios masivos decomunicación, lo mismo que en las instalaciones de colegios y universidades.
De modo que, surge la pregunta: "¿Por qué es que los no creyentes junto con los cultos anti-Cristianos que son tan antagónicos hacia el Cristianismo, son tan increíblemente heroicos cuando de afirmar sus perspectivas se trata?"
Respuesta: Los Cristianos de hoy se hallan muy mal equipados bíblicamente para comunicar la confiabilidad de la Escritura y las doctrinas Cristianas fundamentales: la deidad de Jesucristo, la Tri-Unidad de Dios, la justificación solo por la fe, etc. De allí que la salvación sea predicada sobre la obra terminada y la Persona de Jesucristo. Jesús declaró en Su oración sumo sacerdotal a Su Padre:
"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti (ginoskosin), el único Dios verdadero,y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3, RV60).
La palabra traducida "que te conozcan" es ginoskosin, la cual "denota llegar a conocer, conocer [i.e., intelectualmente] Su dignidad Mesiánica... su divinidad."1 Cuando Jesús dijo..."Porque, a menos que creáis que YO SOY, en vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24; lit. Grg), en esencia dijo: "A menos que sepáis, intelectualmente, asintiendo y confiando en Mí, que YO SOY el Salvador, el Dios Eterno distinto de Mi Padre, y que a causa de Mi sacrificio en la cruz, Yo justifico al pecador solo por medio de la fe; a menos que creáis esto, moriréis en vuestros pecados."
Es digno de notarse que la proclamación de estas enseñanzas esenciales prácticamente no existe dentro de los círculos de la mayoría de las grandes conferencias y avivamientos Cristianos. Permítame preguntarle: "En los últimos diez años, ¿alguna vez a escuchado en una iglesia, o en una conferencia Cristiana una enseñanza específica sobre la naturaleza de Dios (la Trinidad) o de la deidad de Cristo o la justificación sólo por la fe?" Hago esta pregunta en las iglesias alrededor del mundo. En raras ocasiones veo una mano al hablar de esto. Cuando uno se hace mormón o un Testigo de Jehová, en el lapso de los primeros treinta días más o menos saben y son capaces de comunicar la naturaleza de su Dios. Y, lo que es más, se aprenden de memoria muchos versículos con el objetivo de respaldar su teología; de allí que destrozan a la mayoría de Cristianos en el umbral de sus puertas. La razón: ¡ESTUDIAN!
La Importancia de la Capacidad Bíblica
La iglesia del primer siglo estaba muy interesada en lo que Dios pensaba y no en lo que pensaba el hombre. Por consiguiente, los Padres de la iglesia primitiva valoraban la Escritura; para ellos, la Escritura era la única regula fidei infalible, es decir, la "regla de fe" para la iglesia. Los Cristianos deben amar a Dios sin ningún temor y no tener miedo de levantar la voz a favor de lo que es correcto. Dios requiere esto de todos nosotros. Debemos estudiar la Palabra de Dios para poder ser testigos efectivos para Cristo. La Biblia tiene mucho que decir en cuanto a los Cristianos edificándose intelectualmente. Pablo dice que no "... nos conformemos a este siglo, sino que seamos transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento... " (Rom. 12:2, RV60).
Dios nos dijo que le amáramos con nuestras mentes. En estos días estudiar la Escritura para afinar la sagacidad de uno no es exactamente el pasatiempo escogido por la mayoría. De allí el sub-producto: las iglesias están llenas de miembros que son candidatos perfectos para los cultos anti-Cristianos y juguetes para los escépticos inteligentes.
Hablando sobre las cartas de Pablo, el Apóstol Pedro dice: "Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras..." (2 Pedro 3:16, RV60). La palabra Griega traducida "indoctos" es amatheis, la que literalmente significa no estudiados o no entrenados. Por ende, es el no estudiado el que distorsiona la Escritura. Ser bíblicamente estudiado no es una sugerencia, la Escritura lo ordena:
siempre preparados para presentar defensa [apologian] con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón [logon] de la esperanza que hay en vosotros... (1 Pedro 3:15, RV60).
Es primordial que los Cristianos aprendan a comunicar con precisión la Persona de Cristo. Lo salvífico no es el mero nombre "Jesús," pues en el primer siglo "Jesús" era un nombre muy común. Es la Persona de Cristo, quien fue enviado por Su Padre y se hizo (egeneto; cf. Juan 1:14) carne para morir en nuestro lugar. La única manera en que podemos conocer, entender y presentar con exactitud al Jesús de la Escritura es dedicar tiempo para el estudio y la investigación bíblica. El Apóstol Pablo nos instruyó a ocuparnos muy de cerca en nuestra doctrina y a perseverar en ellas, pues si hacemos esto, dice Pablo, nos aseguraremos la salvación para nosotros mismos y para nuestros oyentes (cf. 1 Tim. 4:16).
Lo que es cierto es que la mayoría (casi un 80%) de los actuales miembros de la Iglesia Mormona, los Testigos de Jehová, los grupos de "Sólo Jesús," y prácticamente todos los cultos no-Cristianos ¡surgieron de las iglesias Cristianas! El hecho es que no estaban arraigados en la teología distintiva Cristiana básica. Por ende, cuando los misioneros Mormones o los Testigos de Jehová los abordaron en el umbral de sus puertas, miraron los frutos de amor y buenas obras pero eran bíblicamente incompetentes para discernir los frutos de la doctrina - particularmente de la doctrina de Dios.
La Tolerancia a la Verdad
Debido a la relajación del estudio bíblico, demasiados Cristianos carecen de un discernimiento doctrinal severo. Es bastante malo cuando un Cristiano no puede demostrar bíblicamente la naturaleza de Dios o que Jesús es el Dios eterno distinto de Su Padre; pero con demasiada frecuencia los Cristianos son tolerantes cuando se trata de la verdad bíblica.
Por ejemplo: Cuando un evangelista popular hace afirmaciones erróneas en cuanto a doctrina esencial, ¿alguien se pronuncia en voz alta con respecto a lo que enseña la Escritura (cf. Tito 1:9, 13)? ¿Por qué es que un líder Cristiano que cae en la inmoralidad puede, casi inmediatamente a la semana siguiente, pararse tras el púlpito, cepillarse muy bien el abrigo y afirmar que fue el diablo quien le llevó a hacer aquello y seguir predicando; mientras la congregación permanece en silencio y apoyando aquello? ¿Acaso no leen la Escritura? “... es necesario... que sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar...” (1 Tim. 3:2ss.). Desdichadamente, muchos hombres y mujeres Cristianos se quedan en silencio ante el mal; prefieren no decir nada antes que hacer que alguien se sienta ofendido.
En muchas ocasiones escucho a Cristianos sinceros decir: “Se supone que no hemos de juzgar.” Sin embargo, en agudo contraste con aquella afirmación, juzgar las acciones y la doctrina es la responsabilidad bíblica de todos los Cristianos. Pablo lo resume de esta manera: “Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará... Convenced a los que contradicen...” (1 Cor. 5:12; Tito 1:9, RV60).
Al final, nosotros como Cristianos tenemos una obligación: Puesto que seguimos a un Dios que se llama a Sí mismo “la Verdad,” por lo tanto, debemos dar una presentación razonable y sustantiva del Evangelio que se centra en la Persona de Jesucristo. Debemos tener un elevado estándar para la verdad y llegar a ser bíblicamente preparados. Los líderes Cristianos harían bien en aumentar su educación doctrinal para poder equipar y entrenar a otros. El lema de la iglesia primitiva era: “Contended (epagonizesthai; lit. “argumentar,” “combatir”) por la verdad” (Judas 3). Pero tristemente, en la iglesia moderna, el lema ha sido alterado: “No contendáis por la fe, alguien podría ofenderse.” ¿Queda alguien que se mantendrá firme?
Expresamos una gratitud especial al Departamento de Defensa Cristiana(http://www.christiandefense.org/) por el permiso para re-imprimir este artículo en nuestro sitio web.
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