EL CONOCIMIENTO DE DIOS

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA
POR: CHARLES HODGE
CAPÍTULO IV

Habiendo considerado los argumentos en favor de la doctrina de quien es Dios, y también de los varios sistemas opuestos al Teísmo, pasamos ahora a considerar la pregunta: ¿Se puede conocer a Dios? Y si es asi, ¿Cómo? Esto es, ¿cómo procede la mente al formar su idea de Dios, y como sabemos que Dios realmente es lo que creemos que es?

§ 1. Dios puede ser conocido.
Es la clara doctrina de las Escrituras que Dios puude ser conocido. Nuestro Señor enseña que la vida eterna consiste en el conocimiento de Dios y de Jesucristo, a quien Él ha enviado. ... Pablo incluso dice de los paganos que habian conocido a Dios, pero que no tuvieron a bien retener este conocimiento (Ro 1:19,20,21,2 ).

A. Estado de la cuestión.

Sin embargo, es importante comprender de manera clara lo que se significa cuando se dice que Dios puede ser conocido.

1. Con esto no se significa que podamos conocer todo lo que es verdadero acerca de Dios. Había algunos entre los antiguos filósofos que enseñaban que la naturaleza de Dios puede ser comprendida y determináda tan plenamente como cualquier otro objeto del conocimiento. La moderna escuela especulativa enseña la misma doctrina. ... Según Schelling, Dios es conocido en su propja naturaleza por intuición directa de la más alta razón. Supone él que hay en el hombre un poder que trasciende los límites de la consciencia ordinaria ... y que pasa a conocer de manera directa el Infinito. ...Cousin encuentra este conocimiento en la común consciencia humana. Esta consciencia incluye el conocimiento del Infinito asi como de lo finito. Conocemos lo uno como conocemos lo otro, y no podemos conocer lo uno sin conocer lo otro. Estos filósofos reconocen todos que no podríamos conocer así a Diod si nosotros mismos no fuéramas Dios. Para ellos, el auto-conimiento es el conocimiento de Dios. Es infinito, impersonal, divino. Nuestro conocimiento de Dios, por ello, es sólo Dios conociéndose a Sí misma. Naturalmente no es en este sentida que las Escrituras y la Iglesia enseñan que Dios puede ser conocido.

Dios, inconcebible.

2. No se sostiene que, hablando con propiedad, podamos tener concepción de Dios; esto es, no podemos formar mas una imagen mental de Dios... La concepción es definida por Taylor ... coma «formar o traer una imagen a idea en la mente por un esfuerzo de la voluntad». en este sentido del término, se debe admitir que el Infinito no es un objeto de conocimiento. No podemos formar mas una imagen del espacio infinito ni de una duración infinita, ni de un toda infinito. Pero lo infinito es lo que es incapaz de limitación. Se admite, por tanto, que el Dios infinito es inconcebible. Nó pademos formar mas una imagen representativa de Él en nuestras mentes. Sin embargo, el termino se emplea a menudo, quizá comunmente, en un sentido menos restringido.
Concebir es pensar. Por ello, una concepción es un pensamiento, no necesariamente una imagen.
Por ello, decir que Dios es concebible, en habla común, significa sencillamente que Eo es pensable. Esto es, que el pensamiento (la idea) de Dios no invalucra ninguna contradicción ni imposibilidad. No podemos pensar en un cuadrado redondo, o que una parte sea igual al todo.
Pero podemos pensar que Dios es infinito y eterno.

Dios, incomprensible.

3. Cuando se dice que Dios puede ser conocida, no se significa que pueda ser comprendido.
Comprender es tener un conocimiento completo y exhaustívo de un objeto. Es entender su naturaleza y relaciones. No podemos comprender la fuerza, y especialmente ella es cierto de la fuerza vital. Vemos su efecto, pero no podemos entender su naturaleza ni el modo en que actúa.
Seria extraño que conociéramos más de Dios que de nosotros mismos, o de los objetos más familiares a nuestros sentidos. Dios es inescrutable. No podemos. entender a perfección al Omnipotente. Comprender es (1) Conocer la esencia así como los atributos de un abjeto. (2) Es conocer no sólo algunas, sino todos sus atributos. (3) Conocer la relación que estos atributos tienen entre si y con la sustancia a la que pertenecen. (4) Conocer la relación que el objeto con respecto a todos los otros objetos. Tan conocimiento es claramente imposible en una criatura, tanto acerca de sí mismo como de cualquier cosa fuera de él mismo. Sin embargo, es sustancialmente asi que las trascendentalistas pretenden conocer a Dios.

Nuestro conocimiento de Dios, parcial.

4. En lo que se ha dicho se incluye que nuestro conocimiento de Dios es parcial e inadecuado. Hay infinitamente más en Dios que nosotros podamos imaginar; y la que conocemos la conocemos de manera imperfecta. Sabemos que Dios conoce; pero hay mucha más en Su modo de conocer y en su relación con sus objetos que nosotros no podemos entender. Sabemos que Él actúa; pero no sabemos cómo actúa. ni la relación que su actividad tiene con el tiempo, ni con cosas fuera de Él mismo. Sabemos que Él siente; que Él ama, que se campadece, que es misericordiosa, llena de gracia; que aborrece el pecado. Pero este elemento emocional de la naturaleza divina está cubierto con una oscuridad tan grande, pero no más grande, que la que cubre sus pensamientos o propósitos. Aqui otra vez nuestra ignorancia acerca más bien la limitación de nuestro conocimiento acerca de Dios, encuentra un paralelo en nuestra ignorancia acerca de nosotros mismos. Hay potencialidades en nuestras naturalezas de las que na tenemos idea, en nuestro actual estada de existencia. E incluso en cuanto a lo que somos ahora, poco sabemos. Sabemos que percibimos, que pensamos y que actuamos. Na sabemos cómo. Nos es totalmente inescrutable cómo la mente toma conocimiento de la materia; cóma el alma actúa sobre el cuerpo, o el cuerpo sobre la mente. Pero ninguna persona cuerda diria que porque nuestro conocimiento de nosotros mismos sea asi parcial e imperfecto, que no tengamos conocimiento de nosotros mismos.

Asi, en tanto que se admite que no sólo el Dios infinito es incomprensible, y que nuestro conocimiento de Él es a la vez parcial e imperfecto; ... sin embargo nuestro conocimiento, hasta allí donde llega. es un conocimiento verdadero. Dios es realmente lo que creemos que El es, en tanto que nuestra idea de El quede determinada por la revelación que Él ha hecho de Sí mismo en sus obras, en la constitución de nuestra naturaleza, en su palabra y en la perslona de su Hijo.
Conocer es simplemente tener aquella información acerca de un objetl que sea conforme a la que aquel objeto es realmente. Sabemos qué significan las palabras infinita, eterna e inmutable. Y por ello aquella sublime proposición, cargada de más verdad que la que jamás se haya condensado en ninguna otra sentencia. «Dios es Espiritu, infinito, eterno e inmutable», comunica a la mente una idea tan distintiva y tan verdadera (esta es, fiable), coma la proposición «El alma humana es un espíritu finito». En este sentido, Dios es un objeto del conocimiento…...

B. ¿Cómo conocemos a Dios?

¿Cómo procede la mente para formarse su idea de Dios? Los teólogos antiguos respondian a esta pregunta diciendo que es por via de negación, porvía de eminencia y por vía de causalidad. Esto es, negamos a Dios toda limitación; le adscribimos a Él toda excelencia en el mayor grado; y le atribuímos a Él como la gran Causa Primera todos los atributos manifestados en sus obras.
Somos hijos de Dios, y por tanto somos semejantes a Él. Por ello estamos autorizados a adscribirle a Él todos los atributos de nuestra propia naturaleza como criaturas racionales, sin limitación y en grado infinito. Si somos como Dios, Dios es semejante a nosotros. Éste es el principio fundamental de toda religión. Este es el principio que Pablo dio por supuesto en su discurso a los atenienses (Hch 17:29): «Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres».
Por la misma razón no deberíamos pensar que Él sea un Ser simple o una mera abstracción, un nombre para el orden moral del universo, o la causa ignota e incognoscible de todas las cosas, -una mera fuerza inescrutable. Si somos sus hijos, Él es nuestro Padre, de cuya imagen somos portadores, y de cuya naturaleza somos partícipes: Esto es, en el sentido propio del término, Antropomorfismo, una palabra de la que se ha abusado mucho, y que a menudo se emplea en mal sentido para expresar la idea de que Dios es absolutamente como nosotros, un ser de semejantes limitaciones y pasiones. Pero en el sentido acabado de explicar expresa la doctrina de la Iglesia y de la gran masa de la humanidad. Bien dice Jacobi:1 «Confesamos, pues, un Antropomorfismo inseparable de la convicción de que el hombre es portador de la imagen de Dios; y mantenemos que aparte de esto, el Antropomorfismo, que siempre ha sido llamado Teísmo, no es nada sino ateísmo o fetichismo».

bY LeMS

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comentar

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
“Cualquier hombre que piensa que es cristiano y que ha aceptado a Cristo para la justificación sin haberlo aceptado al mismo tiempo para la santificación, se halla miserablemente engañado en la experiencia misma”

Archibal A. Hodge

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------