La Povidencia de Dios y La Libertad del Hombre

 Por Richard B. Ramsay
Libro: Fortalezca su Fe


La relatividad del tiempo

Creo que el concepto del tiempo puede ayudarnos a aceptar el misterio de doble filo: providencia y libertad. Aceptarlo, no comprenderlo. ¿Alguna vez ha pensado en la relatividad del tiempo? Cuando usted ve una estrella caer, ¿cuándo se quemó? Desde su perspectiva, acaba de suceder, pero si la estrella estaba tres años luz de la tierra, desde la perspectiva desde allá, sucedió hace tres años. Desde la perspectiva de una estrella a tres años luz de distancia, lo que usted está haciendo en este momento, no ocurrirá por tres años. Quizás no le impresione, pero vamos más lejos todavía. Vamos millones de años luz de aquí. ¿Cuándo suceden los eventos allí? Todo depende de su punto de vista.

Esto se complica más todavía cuando aprendemos, gracias a Einstein, que el tiempo, la velocidad, y la masa son interdependientes. Si un astronauta viajará rápidamente, el tiempo se decelera. Las leyes de Newton, como “la distancia equivale la velocidad multiplicada por el tiempo”, son prácticas, pero no son exactas.

Cuando nos enseñaron la teoría de la relatividad en una clase de física en la escuela secundaria, me inquietó mucho, porque empecé a pensar que todo era relativo. Pensé, si todo el universo se achicara por la mitad en el mismo instante, ¿nos daríamos cuenta? El próximo paso iba a ser abandonar la certeza del conocimiento. Pero había una sola cosa que me ayudó a escapar del suicidio intelectual: mi fe en Dios. Me di cuenta de que, si todo se achicara repentinamente, Dios sí lo sabría. Lo mismo se puede decir del tiempo. Dios está por encima y fuera del tiempo.

Einstein dijo, “El pasado, el presente, y el futuro son ilusiones, aunque son bastante porfiadas”.  Los científicos están diciendo ahora que el tiempo es un paquete. Paul Davies, físico australiano, dice La conclusión más acertada es que tanto el pasado como el futuro son fijos. Por esta razón, los físicos prefieren hablar del tiempo como algo extendido en su totalidad – una mapa del tiempo, similar a un mapa de la geografía – con todos los eventos del pasado y del futuro ubicados juntos.

Es una noción que a veces llaman un bloque de tiempo. Totalmente ausente de esta descripción de la naturaleza es cualquier idea que separe un momento privilegiado como el presente, o cualquier proceso que cambiara los eventos futuros en eventos del presente, y finalmente a eventos del pasado. En breve, los físicos no aceptan el fluir o el pasar del tiempo.”

¡Increíble! Esto tiene sentido, especialmente cuando incluimos a Dios. Él es el único que comprende el tiempo y el espacio, y Él puede ver cómo se armoniza todo, el pasado, el presente, y el futuro. Para el hombre, el tiempo es relativo, pero Dios es el punto de referencia para todo. Esto da nuevo significado al versículo citado arriba.
2 Pedro 3.8

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

¿Alguna vez ha visto una película de ciencia ficción en que se retrocede en el tiempo? Cuando la gente vuelve hacia atrás, pueden cambiar sus decisiones, pero de alguna manera los eventos se convierten en el mismo futuro. Tiene que resultar igual, porque si no, el contexto del comienzo de la película cambiaría, y ¡ellos podrían auto-destruirse! Por ejemplo, en “Regreso al futuro”, el joven protagonista (representado por Michael J. Fox) retrocede en el tiempo y observa a sus padres cuando se enamoraron. Si algo sucediera que evite que ellos se enamoren y se casen, ¡él no existiría! Esto apunta al hecho profundo que, tal como toda la naturaleza es interdependiente, así son los momentos de la historia. Todos los tiempos están interconectados, y solamente Dios ve el cuadro completo.

Al riesgo de ser malentendido, para Dios, mirar la historia debe ser algo como mirar una película que retrocede en el tiempo. Él ya sabe cómo termina.

Incluso, ¡Él hizo la película!

Cuando vivimos los momentos de esa historia, realmente ejercemos nuestra “libertad natural”, pero no podemos cambiar los eventos que sólo Dios gobierna. No puedo expresarlo mejor que el proverbio sucinto:

Proverbios 16.9

El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.

Felizmente, no tenemos que entender todo esto para vivir nuestras vidas para la gloria de Dios. Solamente se nos exige confiar en Él, hacer lo que Él dice, y dejar las consecuencias en Sus manos.

Deuteronomio 29.29

Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.


bY LeMS

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“Cualquier hombre que piensa que es cristiano y que ha aceptado a Cristo para la justificación sin haberlo aceptado al mismo tiempo para la santificación, se halla miserablemente engañado en la experiencia misma”

Archibal A. Hodge

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