Aclarando algunas
cosas. . .
La referencia de Pablo al "ayo" Gál. 3:24) de
estas escuelas romanas, fue primeramente mal entendida por muchos, hasta que
los escritos papiros arrojaron luz sobre su significado. El individuo llamado
en nuestra traducción "ayo" realmente no era el jefe o maestro: más
bien un esclavo fiel cuya obligación era llevar y a los hijos de su jefe a la
escuela y cuidar de que no les sucediera algún mal. Pablo comparaba a Cristo
con el maestro real, y la ley era semejante el esclavo cuya obligación era
llevar al alumno al maestro.
Sobre esto el Teólogo Reformado J. Gresham Machen comenta:
Esa verdadera convicción
de pecado aparece como el prerrequisito de la fe en un grandioso versículo en
la Epístola a los Gálatas, el cual describe en un brevísimo compás la verdadera
vía cristiana de acercarse a Cristo. “De manera que”, dice Pablo, “la ley ha
sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo” (Gálatas 3:24). Sin duda que Pablo
se está refiriendo específicamente a la ley de Moisés como el ayo para llevar a
los judíos a Cristo; pero estamos plenamente justificados en darle al versículo
una aplicación mucho más amplia. La vía particular en que la ley del Antiguo
Testamento, de acuerdo a Pablo, conducía a los judíos a Cristo era que los
llevaba a la desesperación por su pecado, y así los hacia tener la voluntad de
aceptar al Salvador cuando viniera. El “ayo” de la figura de lenguaje paulino no
era, en la vida antigua, un maestro; sino que era un esclavo designado en las
familias acomodadas de la época para ir con los hijos a la escuela y en general
para prevenirlos de tener cualquier libertad.
La figura de lenguaje
en este versículo sólo varía ligeramente, por lo tanto, de la que aparece justo
antes, donde la ley es representada como un carcelero. Pablo quiere decir que,
en relación a la ley, los judíos tal vez pensaron que su propia justicia era
suficiente; pero cada vez que estaban tentados a escapar de la condenación, el
alto estándar de la ley les mostraba cuán cortos estaban de cumplir la voluntad
de Dios, y así eran prevenidos de falsas esperanzas.
Soli Deo Gloria
bY LeMDS
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