“La Doctrina de la Vida Cristiana” por John M.
Frame
Traducción
del Pbro. Valentín Alpuche
Si toda la Escritura testifica de Cristo (Lucas
24:27; Juan 5:39), entonces la Ley de Dios seguramente no puede ser la excepción
a la regla. Así pues, al estudiar la ley debemos escudriñar cómo da testimonio
de Cristo. Todos necesitamos aprender de qué manera ver a Cristo en la Ley.
La ley da testimonio de Cristo de varias maneras,
algunas de las cuales mencionamos a continuación:
1. “El Decálogo exhibe la justicia/rectitud de
Cristo”. Jesús obedeció perfectamente la ley de Dios. Por esa razón él fue el
Cordero perfecto de Dios, por esa razón Dios nos imputa, atribuye, otorga su
justicia activa, y por esa razón él es el ejemplo perfecto para la vida
cristiana. Él nunca adoró ídolos o tomó el nombre de Dios en vano. A pesar de
lo que decían los fariseos, él nunca quebrantó el sábado. Así que el Decálogo
nos dice cómo era Jesús. Nos muestra su carácter perfecto.
2. “El Decálogo indica nuestra necesidad de
Cristo”. La ley de Dios nos culpa de pecado y nos conduce a Cristo. Muestra
quiénes somos aparte de Cristo. Somos idólatras, blasfemadores, quebrantadores
del Sábado, y así sucesivamente, para así refugiarnos en Cristo.
3. “El Decálogo exhibe la justicia/rectitud de
Cristo imputada a nosotros”. En él somos santos. Dios nos ve en Cristo como
guardadores de la ley.
4. “El Decálogo nos muestra cómo Dios quiere que
le demos gracias por lo que Cristo hizo a nuestro favor”. En los Diez
Mandamientos la obediencia viene después de la salvación. Dios le dice a su
pueblo que los ha rescatado de Egipto. La ley no es algo que ellos tienen que
guardar para merecer la redención. Dios ya los ha redimido. Guardar/obedecer la
leyes es más bien la manera en que ellos agradecen a Dios por la salvación que
les dio gratuitamente. Acordemente, el Catecismo de Heidelberg expone la ley
bajo la categoría de la gratitud.
5. “Cristo es la sustancia/esencia de la ley”.
Aquí quiero decir que Jesús no es solo el guardador/obedecedor perfecto de la
ley, de acuerdo a su humanidad, sino que también es el único al que debemos
honrar y adorar, de acuerdo a su deidad, cuando guardamos la ley.
a. El primer mandamiento nos enseña a adorar a
Jesús como el único y solo Señor, Salvador y mediador (Hechos 4:12; 1 Timoteo
2:5).
b. En el segundo mandamiento, Jesús es la única
imagen perfecta de Dios (Colosenses 1:15; Hebreos 1:3). Nuestra devoción a él
excluye la adoración de cualquier otra imagen.
c. En el tercer mandamiento, Jesús es el nombre
de Dios, el nombre ante el cual toda rodilla se postrará (Filipenses 2:10-11;
cf. Isaías 45:23).
d. En el cuarto mandamiento, Jesús es nuestro
descanso sabático. En su presencia dejamos de realizar nuestras labores diarias
y escuchamos su voz (Lucas 10:38-42). Él es el Señor del sábado también (Mateo
12:8), quien hace del sábado su propio Día del Señor (Apocalipsis 1:10).
e. En el quinto mandamiento, honramos a Jesús
quien nos restaura a la familia divina al someterse enteramente a la voluntad
del Padre (Juan 5:19-24).
f. En el sexto mandamiento, honramos a Jesús como
nuestra vida (Juan 10:10: 14:6; Gálatas 2:20; Colosenses 3:4), el Señor de la
vida (Hechos 3:15), el que entregó su vida para que podamos vivir (Marcos
10:45).
g. En el séptimo mandamiento, honramos a Jesús
como nuestro esposo que se entregó para purificarnos, para hacernos su
novia/esposa santa y sin mancha (Efesios 5:22-23). Lo amamos como a nadie más.
h. En el octavo mandamiento, honramos a Jesús
como la fuente de nuestra herencia (Efesios 1:11), como el que provee todo para
lo que su pueblo necesita en este mundo y más allá de este mundo.
i. En el noveno mandamiento, honramos a Jesús
como la verdad de Dios (Juan 1:17; 14:6), en quien todas las promesas de Dios son
Sí y Amén (2 Corintios 1:20).
j. En el décimo mandamiento, honramos a Jesús
como nuestra completa suficiencia, como aquel en quien poseemos todas las cosas
y como en quien encontramos toda nuestra satisfacción (2 Corintios 3:5; 12:9),
a fin de satisfacer tanto nuestras necesidades externas y los deseos renovados
de nuestros corazones. En él podemos estar contentos con lo que tenemos,
agradecidos por sus favores y dones presentes y futuros.
Soli Deo Gloria
bY LeMDS
Es una verdad básica de la fe cristiana poco difundida por desconocimiento.Por este medio la verdad llegará a otros cristianos como una luz radiante que producirá efectos " SALVADOS POR LA OBEDIENCIA DE CRISTO . Justicia imputada a todos los que en él creen como su Redentor.
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