LA ENCARNACIÓN DE CRISTO Y LA NAVIDAD


La encarnación de Cristo es uno de los pilares fundamentales del Cristianismo y es el fundamento para la celebración de la Navidad. Este evento extraordinario, donde el Verbo divino se hizo carne, es un misterio profundo y glorioso, central para la fe cristiana y para comprender el amor y la gracia de Dios.
1. El significado de la Encarnación
La encarnación puede entenderse mejor a través del prolongó del Evangelio de Juan (Juan 1: 1-14). En esta porción, el apóstol Juan explica de manera poética y teológica, cómo el Verbo, que estaba con Dios y era Dios desde el principio, habitó entre nosotros en forma humana. Este "Verbo hecho carne" es Jesucristo, la expresión viva y humana de Dios. La encarnación es un misterio profundo de la fe cristiana, representa la unión completa de la divinidad y la humanidad en una única persona, Jesucristo.
2. La Encarnación en las Escrituras
La Biblia está repleta de referencias hacia Encarnación. En Isaías 7: 14 el profeta anuncia la venida de un niño cuyo nombre será Emmanuel, que significa "Dios con nosotros". Está profecía tuvo su cumplimiento en Jesús, de acuerdo con el relato de Mateo 1: 23. En Filipenses 2: 6-8, Pablo describe cómo Cristo, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. En Lucas 1:35, el ángel Gabriel anuncia a María que el hijo que le nacería sería llamado Hijo del Altísimo, concebido por obra del Espíritu Santo.
3. La Encarnación y la Navidad
La Navidad, que se celebra tradicionalmente el día 25 de diciembre, conmemora el nacimiento de Jesucristo. Esta fiesta tiene sus raíces en la encarnación, celebra el momento en que Dios entró en la historia humana como un bebé en Belén. El nacimiento virginal de Cristo, un elemento central en la historia de la Navidad, es importante porque destaca tanto la plena humanidad de Jesús (nacido de una mujer) como su plena dividad (concebido por el Espíritu Santo).
4. Las implicaciones teologicas de la encarnación.
La encarnación tiene profundas implicaciones teologicas. Primero, demuestra el inmenso amor y la humildad de Dios, que eligió descender hasta el nivel humano para revelarse y redimir a la humanidad. En segundo lugar, la encarnación de Cristo es fundamental para comprender la obra redentora de Cristo, ya que solo alguien que es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre podía ser mediador entre Dios y los hombres y ofrecer un sacrificio perfecto por los pecados de la humanidad, conforme lo explica hebreos 2: 17.
5. La Encarnación y la Vida Cristiana
La encarnación también tiene implicaciones prácticas para la vida cristiana. Sirve como el modelo supremo de humildad y servicio, ejemplificado en la vida y en el ministerio de Jesús. Además, la encarnación nos asegura que Dios comprende plenamente la experiencia humana, incluyendo nuestras alegrías, sufrimientos y tentaciones, como se afirma en hebreos 4: 15.
La celebración de la Navidad, por lo tanto, es mucho más que un evento cultural o una tradición familiar. Es una celebración sobre la encarnación de Cristo, el evento singular en la historia de la humanidad donde Dios se hizo hombre para vivír entre nosotros, compartir nuestras experiencias y finalmente ofrecerse en sacrificio para nuestra redención. Esta celebración es un recordatorio anual del amor y de la gracia de Dios, y una oportunidad para reflexionar sobre el profundo significado de la venida de Cristo al mundo.
Rev. Augustus Nicodemus López

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“Cualquier hombre que piensa que es cristiano y que ha aceptado a Cristo para la justificación sin haberlo aceptado al mismo tiempo para la santificación, se halla miserablemente engañado en la experiencia misma”

Archibal A. Hodge

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