Calvino y sus Comentarios (2)

 
Libro: Comentario a la Epístola a los Romanos
Por Juan Calvino


Rom 3:

23  por cuanto todos pecaron,  y están destituidos de la gloria de Dios,
24  siendo justificados gratuitamente por su gracia,  mediante la redención que es en Cristo Jesús,

23  por cuanto todos pecaron,  y están destituidos de la gloria de Dios.

El apóstol coloca a todos los hombres en el mismo nivel, sin excepción, en la necesidad de buscar su justicia en Cristo, como si dijera que no hay otro camino para obtener esta justicia y que no se justifican unos de un modo y otros de otro sino que todos, a la vez, son justificados por la fe; porque todos somos pecadores y carecemos de todo para podernos justificar delante de Dios. El apóstol hace, pues, que con una sola doctrina todo quede resuelto y afirmado, al decir que cuando sea preciso comparecer ante el tribunal de Dios, todo hombre será culpable de pecado y permanecerá confuso y aplastado bajo su ignominia, de modo que no existirá un solo pecador capaz de soportar la presencia divina, como se ve por el ejemplo  de Adán (Gen. 3:8).
Todavía, una vez más, combate aquí, por una razón deducida del contrario, lo que hemos de ver enseguida. Todos son pecadores, dice san Pablo, y todos, por consiguiente, están desprovistos y desnudos de toda alabanza de justicia. Según su doctrina, es preciso, por tanto, decir que jamás existe justicia imperfecta, porque si hubiera una semi-justicia no sería preciso despojar al hombre inmediatamente de toda gloria a pesar de ser un pecador.
Por esto es refutada la fantasía de quienes sueñan con una con una justicia parcial, como se dice, pues si fuera verdad que nosotros pudiéramos ser justificados por las obras en parte, y en parte por la gracia de Dios, este argumento de San Pablo no serviría para nada al afirmar que todos los hombres son vacios de la gloria de Dios, porque son pecadores. Por consiguiente, es cierto que allí donde halla pecado no hay justicia alguna, hasta la absolución de la condenación por Cristo. Eso es lo que se dice en la Epístola a los Gálatas (3:10): Que todos aquellos que están bajo la Ley, están sujetos a maldición y que somos librados de ella por el beneficio de Cristo.
En cuanto a las Palabras Gloria de dios, San Pablo entiende una gloria que tiene lugar ante Dios; porque significa lo mismo que se especifica en San Juan (12:43): “Ellos han amado mas la gloria de los hombres que la gloria de Dios”. Así el nos aparta del teatro del mundo y nos lleva ante el tribunal de Dios.
24.  siendo justificados gratuitamente. Es decir, ellos son justificados; por es cosa muy común entre los griegos poner el participio en lugar del verbo. El significado seria este: Porque ningún merito hay en los hombres, y perecerán abrumados por el justo juicio de Dios, por eso serán justificados por su misericordia. Cristo atiende y remedia esta miseria comunicándose a los fieles, con el fin de que encuentren en Él solamente todas las cosas que les faltan.
Es posible que no exista en toda la Escritura un pasaje mas excelente para expresar la gran eficacia y virtud admirable de esta justicia; porque en él se muestra que la misericordia de Dios es la causa eficiente de esta justicia; que Cristo, con su sangre, es la substancia de ella; que la fe adquirida por la Palabra es la forma y el instrumento y, en fin, que la gloria de la justicia y la bondad de Dios, son la causa final. En cuanto a la causa eficiente, dice que somos justificados gratuitamente por su gracia. De este modo expresa doblemente que el todo es de Dios y que ningún merito existe por nuestra parte. Ya era bastante con haber puesto en oposición los meritos y la gracia de Dios; pero, para que no podamos imaginarnos una semi-gracia por esta repetición ha reforzado y declarado con más claridad lo que quería decir, atribuyendo el efecto completo de la justicia a la sola misericordia de Dios, la cual los sofistas desgarran y roen y a pedazos, ante el temor de verse obligados a confesar su pobreza.
Mediante la redención que es en Cristo Jesús, He aquí la substancia de nuestra justicia: Que Cristo, por su obediencia, ha satisfecho la justicia del padre y poniéndose en nuestro lugar nos ha librado de la tiranía de la muerte bajo la cual estábamos cautivos. Pues por la expiación de su sacrificio, nuestra condenación ha sido suprimida y abolida. De esta manera el apóstol ha refutado muy bien la idea de aquellos que aseguran que esta justicia es una cualidad o virtud del hombre; pues si somos declarados justos delante de Dios, es porque hemos sido rescatados a gran precio y ciertamente es preciso decir que alcanzamos esto no por nosotros mismos.
Inmediatamente después, San Pablo expone todavía mas claramente lo que significa esta redención y el objeto a que atiende, es a saber, a que seamos reconciliados con Dios. Porque él llama a Cristo Propiciación o (lo que me parece mejor, para asegurarlo como una figura antigua) propiciatorio. ¿Y qué quiere decir tal cosa sino que somos justos a causa de que Cristo hace que el Padre nos sea propicio? Más debemos ahora desmenuzar las palabras.
Continuará………….

bY LeMS

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“Cualquier hombre que piensa que es cristiano y que ha aceptado a Cristo para la justificación sin haberlo aceptado al mismo tiempo para la santificación, se halla miserablemente engañado en la experiencia misma”

Archibal A. Hodge

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